NOS ENOJAMOS CON DIOS…??

Cuando pensamos en Enojo con Dios, muchas veces nos aterramos y escandalizamos, y nos sentimos mal por la inmensa culpa de sentirnos así con respecto a Dios. Imaginemos a Jonás (Jonás 4) no solo enojado con Dios, sino expresando que "mejor sería morir". Cuantas veces esas han sido nuestras preguntas: Porque Dios?, Porque me pasa esto a mi?, que hice para merecer esto?, donde estas, porque no me escuchas?, me has abandonado?, no es justo Dios., y finalmente concluimos que: "mejor sería no haber nacido o morir a causa de tanto dolor y tanto enojo contenidos.

Nos preguntamos porque un Dios que nos creo y nos tenia planeados desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4), y que desea además que seamos prosperados en todo (3 Juan 1:2); puede olvidarse de nuestra existencia en circunstancias tan difíciles...... nos hemos sentido solos, agobiados, atribulados, casi en el borde del Abismo del sufrimiento mas "asfixiante y profundo". Y realmente percibimos que "no está Dios con nosotros". Si.....ese dolor es real, y sientes un profundo enojo.....contra Dios.....enojo que tu, yo y muchos hemos tenido por no entender las circunstancias difíciles por las que atravesamos. Un enojo inexplicable y que escondemos tras la máscara de una aparente santidad y religiosidad, negándonos a nosotros mismos que no tenemos nada contra Dios por dos razones:

1. Dios nos podría castigar, el es Dios soberano y no podemos enojarnos contra él. Frente a esto es importante que sepas que Job también se enojo y prácticamente se lo expreso a Dios. (Job 5:7) y todo el libro de Job evidencian un hombre que fue sincero con Dios en lo que sentía, Dios no le castigo, por el contrario Dios le mostró su amor y su bondad, porque finalmente el fue fiel y pidió perdón a Dios por la situación.

2. Lo segundo por lo que muchas veces no expresamos nuestro enojo, es por la religiosidad y legalismo con el que ha sido fundamentada nuestra vida espiritual. Encasillamos al hombre en un mundo de Fantasía espiritual y nos olvidamos que todo Ser Humano tiene emociones que al ser lastimadas deben ser sanadas y solo pueden ser sanas si son libres de la opresión que las aflige. Jesús sano las emociones y el alma de la mujer samaritana (Juan 4), y al contrario de esto, Satanás ha querido mostrarnos a Dios como un padre lleno de ira y de reprensión para nosotros.

Es importante que sepas que muchas veces has pasado por procesos de sanidad interior, liberaciones, consejerías y llevas mucho tiempo buscando una relación en la intimidad con Dios, pero no lo has logrado; bueno dejarme decirte que hay un hecho innegable que te invito a revisar y reflexionar sobre tu vida....Estas enojado con Dios?, ...sabes tú has perdonado a todos los que te hicieron daño pero "has perdonado tu a Dios, a la iglesia a los hombres y mujeres Siervos de Dios que algunos momentos han estado en tu camino y consideras que no te han ayudado como es debido?, Has perdonado a Dios por esa circunstancia trágica que viviste y aun dejo huellas en tu corazón?, Si no lo has hecho es el momento de hacerlo, tal vez te preguntaras y dirás "pero esto que escriben es una mentira". No lo es!!.....El ser humano es alma cuerpo y espíritu, Dios ha venido a traer una sanidad integral en tu vida, espiritualmente el te ha salvado, físicamente te ha sanado, y quiere sanar y restaurar las heridas mas profundas de tu alma, sanar tus malos hábitos, pero también quiere sanar las heridas por las que lo hiciste responsable a Él.

Debes reflexionar antes que tu  enojo se convierta  en  IRA (angustiante, agonizante y crónica) (Efesios 4:26), y la IRA se convertirá en Pecado hacia Dios y eso es lo que hace que te sientas alejado de Dios y este es el momento de renunciar a ella (Colosenses 3:8) de sacar las telarañas de tu alma que han traído tanto tormento a tu vida y han estorbado las bendiciones y el propósito de Dios en tu vida. Tal vez, has escuchado muchas veces las razones por las que nos enojamos con Dios y simplemente callas y te guardas todo en tu CORAZÓN en un volcán a punto de estallar. Debes tener claro que te enojas cuando tu voluntad se cruza frente a frente con la voluntad de Dios, cuando tus decisiones no van acorde con lo que el tiene planeado para ti. Y lo segundo por lo que te enojas, es porque decides responsabilizar a Dios y delegarle la culpa a Él,  de las consecuencias de tus decisiones o de las decisiones de otros.

Nos enojamos con Dios?....SI…...si nos enojamos.....pero el problema no es ese, el problema es permitir que nuestro enojo se convierta en una IRA primero porque se vuelve desgastante y mina nuestra alma de odios, resentimientos y dolor crónico que nos aleja de Dios y de su cuidado. Y segundo porque se convierte en un conflicto al interior de nuestra mente (conflicto psicoemocional), que al ser tan fuerte de manera inconsciente busca salida en cualquier manera para no sentir dolor (por eso hay bloqueos y olvidos de las circunstancias difíciles, dolores o enfermedades a las que no se les encuentra diagnostico porque todos los exámenes tienen resultados buenos, malestar continuo y sentido de vacío y rechazo general).

Por Eso si esa es tu condición en este momento te invitamos a reflexionar y a SER LIBRE DE TU ENOJO HACIA DIOS, porque tus emociones necesitan ser sanas:

• Si hoy confiesas y expresas lo que sientes a Dios con sinceridad.
• Perdona a Dios y luego pídele perdón por haberlo responsabilizado de tu dolor o tus circunstancias, o por haber hecho lo contrario a su voluntad. (Job. 29,30,42)
• Dile cuanto lo amas y cuanto dolor hay en tu corazón y cuanto deseas ser sano.
• Apropiarte de su palabra, (Juan 16:33; 14:27) El tu Padre, Tu mejor amigo, te ha dado la VICTORIA Y Te ha dado PAZ, apropiarte de ellas.
• Tener una comunión diaria con el Espíritu Santo de Dios, de modo que no permitas que el enojo dañe de nuevo tu vida y en el caso de que se filtraran, recuerda debes sacarlo.

Si estas decidido a hacerlo busca al líder, consejero, pastor del lugar donde te congregas, y si no vas a ninguna iglesia llámanos queremos ayudarte, Dios no es religión, es un estilo de vida diferente, es una vida llena del Espíritu de Dios que te permite no vivir de apariencias sino una vida integralmente sana.

Dios te bendiga

                                                                

                                                       by Martha Nidia Figueroa Psicóloga (IPC RENACER)

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